lunes, 22 de agosto de 2016

EL ADELANTADO DE SEGOVIA FUNDADO EN 1911 UNO DE LOS VESPERTINOS DE MAYOR PRESTIGIO EN EL GACETERISMO ESPAÑOL


EPIQUEYA

 

Querida directora Teresa:

Hace ya muchos años, otoño de 1966 tu abuelo el Sr. Marqués de Lozoya dio una conferencia en la Escuela de periodismo sobre reconstrucción de monumentos, yo le hablé de la ermita de san Vicente del pueblo de mis padres que desconocía pero me dijo todo lo que es románico tiene un valor incalculable y hay que salvarlo (palabras textuales) Creo que él desde el Cielo se habrá alegrado este reportaje sobre el día de san Bernardo en Fuentesoto.

A la sazón era una cuadra y estaba en ruinas. Hoy se ha salvado mediante su reconstrucción. El marqué de Lozoya fue el adalid y el pionero de estas campañas y gracias a tu abuelo le debemos este patrimonio ARTÍSTICO GLORIOSO que es base de la riqueza turística de la ciudad y, gracias a ti, el que uno de los periódicos más antiguos del periodismo español siga a pie de obra cuando tantas publicaciones han fenecido RESULTA UN HECHO QUASI MILAGROSO. Es una pátina y una solera de la que carecen muchos y que nos honra.

Periodista profesional, me gané los gabrieles en esta hermosa dura profesión y admito que estamos en crisis pero ¿por qué?

Yo creo que por la baja calidad del producto.

Sólo a fuerza de chorros de dinero que manan  de Dios sabe donde se mantienen algunas cabeceras de prestigio que sufren la competencia de las Redes pero un periódico de calidad puede beneficiarse de esta sociedad interactiva, donde la información, que es poder, ha sustituido a la sociedad de la producción. Es en el campo de la información donde se está dando la batalla de apertura de mercados.

El Adelantado mantiene su pátina y el pedigrí centenario; su fabulosa hemeroteca electrónica que es el paraíso de los archiveros e historiadores de los que día a día manejan el mundo de la información. Yo quisiera anunciarles a todos los segovianos lo siguiente: cada mañana llega a sus quioscos un buen diario confeccionado y maqueteado —gracias, amable, directora por haber resucitado la figura del corrector de pruebas que fue el compañero de viaje de los viejos periodistas que escribimos tan deprisa y a veces cometemos errores— por buenos profesionales que aman y se desviven por el progreso y el bienestar de su ciudad. Dilo en la redacción.

Desde el punto de vista de la jurisprudencia, epiqueya, según el diccionario, significa la interpretación moderada y clemente según las circunstancias personales de tiempo lugar y circunstancia de las leyes. Cela diría que donde falta epiqueya sobra desmelenamiento y esa epiqueya como informadora y como mujer al frente de uno de los vespertinos con mayor prestigio de nuestro gaceterismo te caracteriza y engrandece.

El acceso a las profesiones liberales (abogacía, medicina, mundo de la empresa cirugía, aeronautita, fuerzas armadas) ha sido una de las grandes conquistas de la sociedad española. Ahora bien si todas las candidatas al sacerdocio fueran como Teresa Herranz Contreras, yo, romano pontífice, no tendría ninguna inconveniencia de hacerlas diaconisas, presbíteras e incluso obispas, pero debajo de esta maniobra subyace, a mi juicio, una trampa, con la entrega al Papa de un caramelo envenenado de las “Fem”. Casi parece un ultimatum.

La ley divina y la ley natural a veces van juntas pero otras veces se cruzan y discurren por sendas diferentes. Tengo para mí que los problemas de la iglesia no se resolverían permitiendo que las hembras cantaran misa.

Son mucho más profundos que eso; paulatina descristianización, negación de los misterios que convierten en sagrada la misión de cualquier religión, la secularización, la paganización y el dogmatismo de los políticamente correctos que a mí, que soy segoviano y algo comunero y siempre fui por lo libre, me recuerdan malos modos antiguos y empapelamientos del Santo Oficio. Esas no son formas, hombre, no metáis al pobre Papa Francisco al que solo utilizáis cuando os interesa en un trágala. Dejemos que obre la gracia y el soplo del Espiritu. Epiqueya, pues.
j.m. castro | sabero
Sabero se ha reencontrado durante dos días con la historia medieval y su calle principal se ha vestido de gala para acoger a los miles de visitantes que acuden cada año a las Fiestas en honor de Nuestra Señora Reina de los Ángeles. La concejalía de fiestas ha hecho un gran esfuerzo que se ha visto respaldado por los vecinos que han poblado el mercado medieval para visitar las decenas de puestos donde pudieron adquirir diversos productos como dulces, bisutería, mimbre y otros objetos; además de poder ver la demostración de una de las profesiones más antiguas como la del herrero que forjó numerosas piezas en directo.
El mercado ha estado durante los dos días animado por una compañía de teatro callejero y pasacalles. Los vecinos también pudieron disfrutar de una demostración de aves rapaces que encandilaron al público y los más pequeños disfrutaron de paseos en pony por las calles céntricas de la localidad.
Por otro lado, el Greim encarnó este año el papel de pregonero en la figura del sargento, Enrique Fernández, que pronunció un discurso lleno de buenos sentimientos y agradecimientos por el trato recibido desde 1982, año en que se creó este cuerpo especial. La emoción tampoco faltó al recordar el segundo aniversario del accidente de la Polinosa

el monasterio de cardava en Sacramenia





 

 

MONASTERIO DE CARDABA SACRAMENIA UNA HISTORIA DE NOVELA

 

 

 

 

 

El día de san Bernardo los que, como yo, siguen la regla del doctor melifluo y abrazaron las constituciones de su monacato dentro del siglo se sienten un poco tristes. Es tristeza fin de siècle, llanto por nuestros pasos perdidos, tristeza de finales del verano, nostalgia celestial por el canto de aquellos monjes blancos con la cogulla negra resonando lejanos a través de  los valles de Europa. Son las voces anónimas de quienes siguieron la senda apartada del cantor de María, melifluas armonías 20 de agosto.

Menguan los días, marchan las golondrinas pero los zarzales se encuentran llenos de fruto y la luz declinante baña de todos los colores el rosetón de la antigua iglesia del monasterio de Cardaba en Sacramenia cuyo claustro fue vendido a los norteamericanos y hoy puede visitarse en Nueva York. Subí varias ocasiones a su emplazamiento en el alto Manhattan cuando era corresponsal o bien acompañando a familiares y parientes venidos de España o llevado por la nostalgia de aquellos sillares de buena labra que contenían todo el carbono 14 y el polvo de aquellos andurriales que tantas veces recorrí de niño. Eché de menos el silencio monacal y esa vida anónima de los profesos que muertos al mundo sus pompas y vanidades pasaron por esta vida sin dejar rastro salvo alguna que otra firma al dorso de alguna letra capitular miniada un nombre o una fecha consignados al desgaire sobre algún que otro libro del armorium o biblioteca capitular.

El monasterio debió de ser muy grande dadas las dimensiones de la bodega y del granero. En todas las actas la firma del padre cillero o ecónomo figura al lado de la del abad. Algo más de un centenar de monjes entre profesos y donados que hacían vida de comunidad total sin derecho a la privacidad ni a una celda conventual según la estricta regla de Claraval. Pasaban la noche en dormitorios corridos su descanso nocturno siendo interrumpido por el rezo de maitines, prima tercia y nona. Rezaban en una única iglesia y comían en un refectorio comunal, iban a trabajar al  campo en cuadrillas y estudiaban en el scriptorium una gran sala al lado de la huerta volcando su sabiduría sobre los códices haciendo correr el cálamo con buen pulso e infinita paciencia benedictina sobre el pergamino. Escribían con tinta negra y roja. Quehacer impersonal sin vanagloria fidelidad a un canon y un horario fijo todos los días igual. Hacían guerra a las pasiones dominaban sus apetitos mortificaban sus carnes con ayunos y morían de muy viejos casi siempre delante de un retrato de la Virgen María que les abría las puertas del cielo. Ello forma parte del misterioso legado cisterciense que siempre me sedujo. El que a dios tiene nada le falta aunque viva pobre como una rata y en el más estricto anonimato monacal.

Esos colores vitrales de la iglesia escondida en el valle de Sacramenia guardan muchos de mis recuerdos de niño cuando en cuadrillas acudíamos a la romería que se celebraba en el prado boyal; garrafatinas, almendras de Alcalá, tiro al pato en las casetas, tambor y gaita. Inundaban el aire melodías de dulzainas. Los del pueblo jota va jota viene arsa morena bailaban al santo hasta que antes de atardecido acababa el jolgorio y regresábamos a nuestras aldeas andando. 

Hace muchos años que no acudo al festejo en los predios sacramenios de san Bernardo, antiguo cenobio castellano y una de las primeras fundaciones cistercienses, situado entre Valtiendas y Pecharromán aguas debajo de un río que nace en Fuentesoto y al que aun no han puesto nombre solo se sabe que es afluente del Duratón. Flotan sobre el ambiente tristezas de despedida, nadie conoce los pasos ni los designios de dios porque los muros sagrados se derrumbaron en el trajín de los siglos, de las guerras, las desamortizaciones, las leyes secularizadoras: ese ir y venir de la historia en el que no se percibe un rigor lógico. Es el caos de las pasiones humanas, el vórtice de la naturaleza inmisericorde con los débiles.

 Si en Inglaterra pasó como un terremoto Cromwell que redujo a ceniza casi prácticamente la totalidad el patrimonio eclesiástico inglés uno de los más ricos durante la edad media, en España un ministro por nombre Mendizábal pasó por estos ámbitos como la apisonadora. Por si fuera poco mamelucos y gabachos durante la francesada dieron buena cuenta de lo que quedaba.

Se quemaron  cosechas, pegaron fuego a varios pueblos como el de Santa Cruz en el alfoz de Fuentidueña y ardieron  conventos. Un furor revolucionario sacude la historia de tarde en tarde y agitando la tea iconoclasta acabó con estos muros consagrados. La casa matriz del Cister  y la propia orden que irradió por toda Europa una fuerza expansiva, extensiva, cultural y constructora al grito de Dios lo quiere, impulso de las cruzadas, premonición del arte románico en el que Cristo se convierte en músico y arquitecto, un increíble y misterioso movimiento religioso y litúrgico en la primera y segunda mitad del siglo XII está hoy casi desparecida.

Clairvaux se convertiría en una de las penitenciarias inexpugnables de Francia al igual que el monasterio de San Miguel de los Reyes en Valencia o el propio Chinchilla. Los edificios que un día fueron jardines de María – en mi obra Viva Claraval elogio de la vida contemplativa lo especifico – se transforman en aulas de dolor.  Eran  aulas de Dios. ¡Qué ironía! El monasterio de Veruela en Soria le sirvió a Bécquer de inspiración para algunas de las historias de terror en las que se inicia el romanticismo como género literario al igual que toda una pléyade de cenobios cistercienses en Galicia (Celanova), Zamora (Moreruela), Palencia (Aula Dei), fantasmagóricos recintos abandonados. La regla bernarda cambió el rostro de occidente desde el punto de vista religioso. En España el rito hispano visigótico de origen griego cede el sitio al rito romano. Los monjes blancos traen consigo el espíritu de cruzada y se transforman en soldados ocupando torres en la frontera. Otro aspecto es el afán repoblador. Plantan majuelos, roturan baldíos, siguiendo el precepto de san Benito ora et labora en el que inspira su regla san Bernardo. Los caldos del mejor vino del mundo el Vega Sicilia que se cría por estos pagos fueron una invención cisterciense. Los monjes trajeron esquejes de las viñas borgoñas y trasplantadas a los valles del Duero produjeron ese mosto superior.

Cardaba – la data de su consagración remonta a 1142- fue construida por musulmanes que fueron hechos prisioneros por Alfonso VII el Emperador y conducidos a Castilla como mano de obra. Es por esto por lo que en los valles de Sacramenia, Aldeasoña, Provanco y Peñafiel buena parte de la población es de origen morisco (también judía) que se mezcló con la autóctona de ascendencia romana o vaccea. Son los aportillados de Sacramenia a los que Alfonso X manumitió y les dio derecho a llevar armas y acudir a la guerra como soldados.

Sabemos que el primer abad era borgoñón y se llamaba Raimundo y que el último era un amigo del Empecinado que se tiró al monte y murió peleando con los franceses. Se llamaba fray Elías. En 1835 son enajenados los predios de Cardaba y los compra un labrador rico de Pecharromán. Casi un siglo adelante 1925 el magnate Randolph Hearst los descubrió y decide adquirirlos con la intención de transportarlo piedra a piedra a los USA por cinco millones de pesetas. Los sillares marcados y ordenados fueron embarcados y transportados en un carguero a Estados Unidos.

Ocurre la gran crisis del 29 y los negocios de Hearst el magnate que inspiró al Ciudadano Kane de Orson Wells dio en quiebra y el cargamento permanece olvidado en una dársena del puerto neoyorquino. Unos estibadores al cabo de tres décadas descubren el contenedor y las piedras van a parar a Miami (el ábside) mientras el ábside se queda en un museo al norte de la ciudad de los rascacielos. En fin, todo un cúmulo de vicisitudes dignas de un apasionante thriller trama para ahormar una novela supositicia de fantaciencia.

De las piedras seculares emanó según cuentan una maldición que ocasionó la ruina del magnate de los grandes rotativos. Hearst había sido el culpable de que el gobierno yanqui declarara la guerra a España arrebatándonos el último florón del viejo imperio colonial. En connivencia con el almirante Simpson urdió la estratagema burda de la voladura del Maine. Murieron muchos de nuestros soldaditos como consecuencia del hambre y del tifus después del bloqueo a la isla por la poderosa escuadra norteamericana. Aquellas piedras monacales clamaron revancha contra el hundimiento del buque “Furor” mandado por Fernando Villamil el héroe astur que un 3 de julio de 1898 levó anclas a sabiendas que esta temeraria salida del puerto de Santiago firmaba su sentencia de muerte.

La ruina de aquel banquero judío que en uno de sus múltiples viajes a Europa quiso comprarlo todo tuvo su origen en las plegarias de aquellos buenos frailes y cuyos ecos retumbaban en las bóvedas y los arcos del claustro pidiendo venganza contra la impiedad. El altísimo escuchó sus suplicas y la fortuna del creso magnate se fue al carajo. Por lo visto dios castiga sin piedra ni palo.

 

domingo, 21 de agosto de 2016


Ni obispas ni diaconisas ni presbiteras

 

San pablo mandó callar a las mujeres en la sinagoga. Era la tradición patriarcal de los profetas tampoco en el judaísmo ortodoxo hay rabinas. Es la norma, la ley divina. Hallajá. Sin embargo, ahora las féminas andan muy revueltas en torno al asunto de la ordenación de mujeres y metiendo bulla. Un comentarista insta al pontífice de Roma a que ordene rapidamente diaconisas y amenaza con un sofismo si la iglesia perdió a los obreros en el XIX a los jóvenes en el XX ahora está a pique de perder a las señoras. A nuestro juicio se trata de un silogismo cornudo de falsas premisas y de conclusiones equivocas. el mencionado plumilla que fue conmigo seminarista en Comillas y luego se salió proclama la consigna de mujeres al poder. Ciertamente la iglesia católica está en crisis y puede desaparecer pero es a consecuencia de sus errores históricos porque ha utilizado al Evangelio como bastión de poder.

No hay más que leer a los autores clásicos castellanos para reparar en esta aberración del cura prepotente mandón y con frecuencia fornicario y explotador, los estragos que causaron los escándalos que dieron aquellos camándulas. Francisco en vez de inclinarse por la opción de las mujeres sacerdotisas debiera reparar en los daños que ha causado la SRI con esto del celibato, sus excesos, su hipocresía. La ley natural nos dice que la primera función de la mujer es ser madres y parir educar, pero estas fems que bendicen el aborto luego quieren decirnos misa, después de pertenecer a movimientos ad lib. Tengo para mi que el humo de Satanás se ha instalado en la iglesia como reconocía Pablo VI y estas proclamas son un atisbo. Mujeres al poder y como sea. Sin embargo, nadie habla de la opción de los sacerdotes casados e incluso de los curas abuelos, en la cual he venido insistiendo a lo largo de mius blogs y de mis libros. Eso por lo visto es políticamente incorrecto, pero no lo es la interrupción de la vida humana para estas sacerdotisas muchas de las cuales son abuelas jubilatas. En sus manos la liturgia se ha convertido en una pantomima. Yo escucho ya las carcajadas del Pateta. El diablo se pedorrea y huele a huevos podridos. Bombas fetidas nos han lanzado en frascos de colonia. Otra yerro del buenismo.

meditacion ante la camara santa de Oviedo





CAMARA SANTA DE OVIEDO

 

Reliquias sagradas que conservan el misterio de la historia de España. El año 79 fui a venerarla un día de lluvia. Después me prosterné ante el altar sagrado múltiples veces. Siento un pálpito especial. Ante el altar se arrodillaban peregrinos franceses una familia. Los apóstoles de la imposta seguían imperturbables su conversación de piedra que dura siglos. Una cháchara en éxtasis pero con esa sonrisa inefable de la juventud, parecen misacantanos. San Pedro con las llaves del reino. Y san Juan imbele. La imagen de san Andrés  ostenta una poderosa cabeza coronada de rizos y del aspa de su martirio. No son testas semitas o dolicocéfalas sino braquicefalas, europeas: san mateo y san marcos parecían hermanos mielgos desenrollando el pergamino de la escritura. Y un apóstol a otro le habla con dulzura casi como si le contase un chiste o le hiciera una carantoña. Santo Matías se aparece con el número 24, simbólico guarismo de los veinticuatro ancianos del Apocalipsis. Es el calvo de la cuadrilla. Había tres cabezas decapitadas sobre el arcosolio del pórtico y la cruz de los Ángeles era un ostensorio de esmeraldas, togas largas, técnica de paños mojados con sus plegaduras, un descubrimiento del arte gótico; gestos hieráticos a fe que no eran unos rudos pescadores pero en el cuadro pervive la serenidad y la risa de Israel pido a dios que no sea mofa.

Las estatuas de la cámara santa de Oviedo guardan, a juicio de los expertos, cierta preeminencia e incluso prelación a las del pórtico de la gloria son menos estáticas que las compostelanas, dicho sean sin detrimento del gran escultor de quien solo el nombre conocemos: maestro Mateo.

Eutrapelia eucaristía es el sentimiento que suscita en el espectador esta visión; es el bien sentir y bien hacer entre la humedad de los siglos este pequeño recinto donde se dijeron misas por primera vez para honrar a la virgen Eulalia emeritense. Esta labor de orfebrería representa un excelente trabajo. La mandorla mística, de la cual surge la figura sedente de cristo salvador en medio de un cerco de cabujones del díptico del obispo Gonzaga, asombra. Este es el haz pero en la contrahaz o envés repujado destaca un calvario.

El oro y el marfil enmarcan tales joyas lo mismo que servían de adorno a la urna de san Julián y san Serrano hoy perdidas como la de san Vicente mártir o la de san Eulogio y san Julián santos todos ellos románicos a la cual los muzárabes profesaban una devoción ancestral. "Tomaron las reliquias todas las que hubieron y fueron por Castilla y así la defendieron" (romance del Cid) los huesos del tabernáculo y la lauda sepulcral de Leocadia, me extasío ante la arqueta de las ágatas en torno a la cruz la rosa de los vientos una cabeza de hombre que surge de las alas de un águila enfrentándose a un grifo fabuloso, el cual, mirándolo, bien resulta un toro con alas.

De cómo llegaron a Asturias esa cruz y estos exvotos es una historia que forma parte de una peripecia tan fantástica e increíble como el viaje del cuerpo del apóstol Jacobo a Compostela en una barca de piedra. Al cabo, en la huida de los cristianos extremeños al norte quedaron depositados en Monsacro para su transporte y reposo definitivo a san Salvador de Oviedo. Don Maximiliano Arboleya Martínez deán que fue de esta catedral (sería fusilado en agosto de 1936) refiere en un opúsculo que a raíz de la persecución de Cosroas rey persa contra los cristianos que destruyó Jerusalén por segunda vez algunos huyeron hacia Alejandría  llevando consigo la cruz del redentor. Allí un obispo piadoso Juan el limosnero los acogió. Egipto acto seguido fue arrasado por los árabes y de nuevo los cristianos hubieron de embarcarse hasta Cartagena y de allá fueron traídas nadie sabe cómo hasta el Monsacro. Alfonso II el Casto las expone por primera vez en Oviedo y manda construir la cruz de los Ángeles 808. Fruela II 950 agrega la cruz de las calcedonias y Alfonso VI rey de de castilla y de León manda abrir el arca santa el 13 de marzo de 1075. Y desde entonces hasta la fecha el arca santa ha sido baluarte de nuestra fe superviviendo a guerras fuegos inundaciones, robos, expolios, asonadas y cuarteladas, estas reliquias guardan entre sus joyas el destino de España y demuestran que San Salvador fue el gran foco de peregrinaciones de las cristiandades europeas. Forma parte de nuestro testamento. Quizás tales huesos o el polvo que queda en medio de piedras preciosas sean nuestro salvoconducto y baluarte en la peregrinación de Asturias cuna de España por la historia.

sábado, 20 de agosto de 2016

DIA DE SAN BERNARDO EN FUENTESOTO DE FUENTIDUEÑA





DÍA DE SAN BERNARDO EN FUENTESOTO

 

Un año más y siguiendo una tradición secular perdida pocos años antes de la guerra civil y resucitada en tiempos de la democracia, Fuentesoto honró al glorioso san Bernardo con la procesión a la ermita de san Vicente de las Povedas, camino de Pecharromán.

Dedicada a Vicente aquel diacono aragonés mártir de la fe, cuyo culto estuvo extendido en la Hispania visigótica, es uno de las joyas románicas mejor conservadas —sólo un ábside semicircular cubierta de bóveda de cañón tres lucernas o saeteras y guardapolvos con adornos de taqueado jaqués, figuras geométricas y adornos florares en los capiteles, en la parte interior se representan animales y obispos, que corroboran la suposición de una mano mudéjar, respetemos al Islam— edificado c.1135 en piedra caliza. Seguramente, formó parte de una “anillo de oro” o círculo de monasterios de monjes blancos que sustituyeron el anacoretismo (aquella zona del Duratón es comarca de cuevas como la de los Siete Altares de Sepúlveda) por el monaquismo. Los solitarios de esta Tebaida segoviana en zona apartada y abrupta optaron por la vida en común.

Los monasterios del Cister eran lo más parecido en los siglos medios a los “kibutz” israelíes de hoy. Eran centros de producción y feudos de defensa. Allí se abrazaba un género de vida austera de trabajo y plegaria, también de estudio porque el “armorium” o cuarto de los libros era tan importante como el refectorio y el dormitorio corrido, vida en común.

Pero no sólo rezaron. También trabajaron, plantaron viñas, cavaron huertos y araron tierras. En los majuelos de Sacramenia, Pecharromán, el Vivar y Valtiendas se pisaba una uva que, transformada en mosto, daba el mejor clarete del mundo.

El Vega Sicilia y los excelentes caldos de la ribera del Duero zona Peñafiel fueron el descubrimiento de estos frailes blancos que todas las tardes cantaban himnos en honor de la Virgen María y tomaban un jarrillo a las comidas. Ellos trajeron el vino y el canto gregoriano. Eran monjes soldados.

Tengo entendido que Ben Gurion copió algunos capítulos de las Constituciones para el Estado Hebreo de Bernardo de Claraval, aunque sustituyendo la palabra Dios por la Roca de Israel.

El monje ideal, apartándose del mundo, goza de las buenas cosas de la existencia: el trabajo, el reposo, la quietud, la amistad sin los líos del amor y la familia, la caridad con el prójimo, abraza la virtud en menoscabo del vicio, aun sin perder de vista la fragilidad de la condición humana que con frecuencia sucumbe a la tentación. Ora y labora. Huye, calla, llora y reza es la receta del Talmud en la lucha contra las fuerzas diabólicas y el espíritu maligno que nos rodea

Hay rasgos misteriosos o que no se comprenden en la personalidad de este bienaventurado abad borgoñón, el cual a lo largo de sesenta años de vida pobló Europa de casi dos centenares de monasterios desde el Humber inglés en la frontera con Escocia hasta el Duero y desde el Loira hasta el Danubio y el Vistula. Eran vergeles, jardines de María, remedando el “hortus conclussus” de la Biblia, ¡qué descansada vida la del que se aparta del mundanal ruido! situados en valles apartados a orilla de los ríos y en Castilla los muros sagrados de estos monasterios como los de Sacramenia se convierten en alcázares fortificados. Visión del locus amenus pero sin bajar la guardia, que el enemigo acecha.

Por fuero de Brañaseca otorgado por el rey Alfonso VII el Emperador surgieron los aportillados o caballeros prevenidos en frontera. Los esclavos podían manumitirse al socaire de esta norma y los musulmanes gozar de libertad dentro del territorio castellano. Así como los judíos. Parece que hubo dos aljamas importantes una en Sacramenia y otra en Sepúlveda.

Claro que esto no se cumplía siempre porque los monjes soldados al llegar la primavera llamaban al arma y tenían que pelear contra los invasores del sur. A juzgar por las adarajas o ladrillos sin terminar de ser colocados se aprecia que las iglesias de san Vicente y las de san Gregorio no pudieron ser terminadas porque se acabó el peculio, por las prisas de la llegada de una aceifa o porque el enemigo las derribó.

Son misterios que suscitan la meditación del que contempla estas sagradas piedras. Otras plumas más cualificadas como las de Quadrado o las de mi paisano el doctor José María Costa Arribas— en las páginas del Adelantado— disertaron, con más autoridad que la mía, sobre las peculiaridades de esta comarca en la franja ulterior de la provincia en todos sus aspectos (lexicográficos, aperos, refranes, trajes, modos de labrar y construir, usos y costumbres incluso el sentido del humor que es muy peculiar según nos ha descubierto el gran escritor, musicólogo y etnógrafo  Joaquín Díaz.)

Sin embargo al que suscribe le cumple el orgullo de que mis paisanos no hayan hecho caso omiso hacia mis prevenciones sobre el valor histórico de estas joyas ocultas en sus predios.

Ya en 1968 publiqué (ya ha llovido) un reportaje en Diario SP “Ermitas abandonadas en el camino de Sepúlveda a Peñafiel, era el título, con unas excelentes fotos de Santiso. Hoy san Vicente que por aquellas fechas era un muladar está abierta al culto y los “corines” mote con que se designaba en la comarca de Villa y Tierra a los de Fuentesoto con gran esfuerzo adecentaron la iglesia de san Gregorio. Que san Bernardo confesor y san Vicente mártir los bendigan. Loores y vida larga.  

20 DE AGOSTO SAN BERNARDO ABAD

Incipit
In nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen.
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S. Introíbo ad altáre Dei.
M. Ad Deum, qui lætíficat juventútem meam.
S. Júdica me, Deus, et discérne causam meam de gente non sancta: ab hómine iníquo et dolóso érue me.
M. Quia tu es, Deus, fortitudo mea: quare me reppulísti, et quare tristis incédo, dum afflígit me inimícus?
S. Emítte lucem tuam et veritátem tuam: ipsa me deduxérunt, et adduxérunt in montem sanctum tuum et in tabernácula tua.
M. Et introíbo ad altáre Dei: ad Deum, qui lætíficat juventútem meam.
S. Confitébor tibi in cíthara, Deus, Deus meus: quare tristis es, ánima mea, et quare contúrbas me?
M. Spera in Deo, quóniam adhuc confitébor illi: salutáre vultus mei, et Deus meus.
S. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto.
M. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper: et in saecula sæculórum. Amen.
S. Introíbo ad altáre Dei.
M. Ad Deum, qui lætíficat juventútem meam.
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V. Adjutórium nostrum in nómine Dómini.
R. Qui fecit coelum et terram.
Confíteor Deo omnipoténti, beátæ Maríæ semper Vírgini, beáto Michaéli Archángelo, beáto Joánni Baptístæ, sanctis Apóstolis Petro et Paulo, ómnibus Sanctis, et vobis, fratres: quia peccávi nimis cogitatióne, verbo et opere: mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa. Ideo precor beátam Maríam semper Vírginem, beátum Michaélem Archángelum, beátum Joánnem Baptístam, sanctos Apóstolos Petrum et Paulum, omnes Sanctos, et vos, fratres, orare pro me ad Dóminum, Deum nostrum.
M. Misereátur tui omnípotens Deus, et, dimíssis peccátis tuis, perdúcat te ad vitam ætérnam.
S. Amen,
M. Confíteor Deo omnipoténti, beátæ Maríæ semper Vírgini, beáto Michaéli Archángelo, beáto Joánni Baptístæ, sanctis Apóstolis Petro et Paulo, ómnibus Sanctis, et tibi, pater: quia peccávi nimis cogitatióne, verbo et opere: mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa. Ideo precor beátam Maríam semper Vírginem, beátum Michaélem Archángelum, beátum Joánnem Baptístam, sanctos Apóstolos Petrum et Paulum, omnes Sanctos, et te, pater, orare pro me ad Dóminum, Deum nostrum.
S. Misereátur nostri omnípotens Deus, et, dimíssis peccátis nostris , perdúcat nos ad vitam ætérnam.
R. Amen.
S. Indulgéntiam, absolutionem et remissiónem peccatórum nostrórum tríbuat nobis omnípotens et miséricors Dóminus.
R. Amen.
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V. Deus, tu convérsus vivificábis nos.
R. Et plebs tua lætábitur in te.
V. Osténde nobis, Dómine, misericórdiam tuam.
R. Et salutáre tuum da nobis.
V. Dómine, exáudi oratiónem meam.
R. Et clamor meus ad te véniat.
V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spíritu tuo.
Orémus,
Aufer a nobis, quaesumus, Dómine, iniquitátes nostras: ut ad Sancta sanctórum puris mereámur méntibus introíre. Per Christum, Dóminum nostrum. Amen.
Orámus te, Dómine, per mérita Sanctórum tuórum, quorum relíquiæ hic sunt, et ómnium Sanctórum: ut indulgére dignéris ómnia peccáta mea. Amen.
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Introitus
Eccli 15:5.
In médio Ecclésiæ apéruit os ejus: et implévit eum Dóminus spíritu sapiéntiæ et intelléctus: stolam glóriæ índuit eum
Ps 91:2
Bonum est confitéri Dómino: et psállere nómini tuo, Altíssime.
V. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in saecula saeculórum. Amen
In médio Ecclésiæ apéruit os ejus: et implévit eum Dóminus spíritu sapiéntiæ et intelléctus: stolam glóriæ índuit eum
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Kyrie
S. Kýrie, eléison.
M. Kýrie, eléison.
S. Kýrie, eléison.
M. Christe, eléison.
S. Christe, eléison.
M. Christe, eléison.
S. Kýrie, eléison.
M. Kýrie, eléison.
S. Kýrie, eléison.
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Gloria
Gloria in excelsis Deo Et in terra pax homínibus bonæ voluntátis. Laudámus te. Benedícimus te. Adorámus te. Glorificámus te. Grátias ágimus tibi propter magnam glóriam tuam. Dómine Deus, Rex coeléstis, Deus Pater omnípotens. Dómine Fili unigénite, Jesu Christe. Dómine Deus, Agnus Dei, Fílius Patris. Qui tollis peccáta mundi, miserére nobis. Qui tollis peccáta mundi, súscipe deprecatiónem nostram. Qui sedes ad déxteram Patris, miserére nobis. Quóniam tu solus Sanctus. Tu solus Dóminus. Tu solus Altíssimus, Jesu Christe. Cum Sancto Spíritu in glória Dei Patris. Amen.
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Oratio
V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spiritu tuo.
Orémus.
Deus, qui pópulo tuo ætérnæ salútis beátum Bernárdum minístrum tribuísti: præsta, quaesumus; ut, quem Doctórem vitæ habúimus in terris, intercessórem habére mereámur in coelis.
Per Dominum nostrum Jesum Christum, Filium tuum: qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus, per omnia saecula saeculorum.
R. Amen.

Orémus.
Infra Octavam Assumptionis
Famulorum tuórum, quaesumus, Dómine, delíctis ignósce: ut, qui tibi placére de áctibus nostris non valémus; Genetrícis Fílii tui, Dómini nostri, intercessióne salvémur:
Qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus per omnia saecula saeculorum.
R. Amen.
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Graduale
Ps 36:30-31
Os justi meditábitur sapiéntiam, et lingua ejus loquétur judícium.
V. Lex Dei ejus in corde ipsíus: et non supplantabúntur gressus ejus. Allelúja, allelúja
Ps 45:9
Amávit eum Dóminus, et ornávit eum: stolam glóriæ índuit eum. Allelúja.
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Evangelium
Munda cor meum, ac labia mea, omnípotens Deus, qui labia Isaíæ Prophétæ cálculo mundásti igníto: ita me tua grata miseratióne dignáre mundáre, ut sanctum Evangélium tuum digne váleam nuntiáre. Per Christum, Dóminum nostrum. Amen.
Jube, Dómine, benedícere. Dóminus sit in corde meo et in lábiis meis: ut digne et competénter annúntiem Evangélium suum. Amen.
V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spíritu tuo.
Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthaeum.
R. Gloria tibi, Domine!
Matt 5:13-19
In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis: Vos estis sal terræ. Quod si sal evanúerit, in quo saliétur? Ad níhilum valet ultra, nisi ut mittátur foras, et conculcétur ab homínibus. Vos estis lux mundi. Non potest cívitas abscóndi supra montem pósita. Neque accéndunt lucérnam, et ponunt eam sub módio, sed super candelábrum, ut lúceat ómnibus, qui in domo sunt. Si lúceat lux vestra coram homínibus, ut videant ópera vestra bona, et gloríficent Patrem vestrum, qui in coelis est. Nolíte putare, quóniam veni sólvere legem aut prophétas: non veni sólvere, sed adimplére. Amen, quippe dico vobis, donec tránseat coelum et terra, jota unum aut unus apex non præteríbit a lege, donec ómnia fiant. Qui ergo solvent unum de mandátis istis mínimis, et docúerit sic hómines, mínimus vocábitur in regno coelórum: qui autem fécerit et docúerit, hic magnus vocábitur in regno coelórum.
R. Laus tibi, Christe!
S. Per Evangelica dicta, deleantur nostra delicta.
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Credo
Credo in unum Deum, Patrem omnipoténtem, factórem coeli et terræ, visibílium ómnium et in visibílium. Et in unum Dóminum Jesum Christum, Fílium Dei unigénitum. Et ex Patre natum ante ómnia saecula. Deum de Deo, lumen de lúmine, Deum verum de Deo vero. Génitum, non factum, consubstantiálem Patri: per quem ómnia facta sunt. Qui propter nos hómines et propter nostram salútem descéndit de coelis. Et incarnátus est de Spíritu Sancto ex María Vírgine: Et homo factus est. Crucifíxus étiam pro nobis: sub Póntio Piláto passus, et sepúltus est. Et resurréxit tértia die, secúndum Scriptúras. Et ascéndit in coelum: sedet ad déxteram Patris. Et íterum ventúrus est cum glória judicáre vivos et mórtuos: cujus regni non erit finis. Et in Spíritum Sanctum, Dóminum et vivificántem: qui ex Patre Filióque procédit. Qui cum Patre et Fílio simul adorátur et conglorificátur: qui locútus est per Prophétas. Et unam sanctam cathólicam et apostolicam Ecclésiam. Confíteor unum baptísma in remissiónem peccatórum. Et exspécto resurrectiónem mortuórum. Et vitam ventúri saeculi. Amen.
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Offertorium
V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spíritu tuo.
Orémus
Ps 91:13
Justus ut palma florébit: sicut cedrus, quæ in Líbano est, multiplicábitur.
Suscipe, sancte Pater, omnipotens ætérne Deus, hanc immaculátam hóstiam, quam ego indígnus fámulus tuus óffero tibi Deo meo vivo et vero, pro innumerabílibus peccátis, et offensiónibus, et neglegéntiis meis, et pro ómnibus circumstántibus, sed et pro ómnibus fidélibus christiánis vivis atque defúnctis: ut mihi, et illis profíciat ad salútem in vitam ætérnam. Amen.
Deus, qui humánæ substántiæ dignitátem mirabíliter condidísti, et mirabílius reformásti: da nobis per hujus aquæ et vini mystérium, ejus divinitátis esse consórtes, qui humanitátis nostræ fíeri dignátus est párticeps, Jesus Christus, Fílius tuus, Dóminus noster: Qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti Deus: per ómnia saecula sæculórum. Amen.
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Offérimus tibi, Dómine, cálicem salutáris, tuam deprecántes cleméntiam: ut in conspéctu divínæ majestátis tuæ, pro nostra et totíus mundi salute, cum odóre suavitátis ascéndat. Amen.
In spíritu humilitátis et in ánimo contríto suscipiámur a te, Dómine: et sic fiat sacrifícium nostrum in conspéctu tuo hódie, ut pláceat tibi, Dómine Deus.
Veni, sanctificátor omnípotens ætérne Deus: et bene dic hoc sacrifícium, tuo sancto nómini præparátum.
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Lavábo inter innocéntes manus meas: et circúmdabo altáre tuum. Dómine: Ut áudiam vocem laudis, et enárrem univérsa mirabília tua. Dómine, diléxi decórem domus tuæ et locum habitatiónis glóriæ tuæ. Ne perdas cum ímpiis, Deus, ánimam meam, et cum viris sánguinum vitam meam: In quorum mánibus iniquitátes sunt: déxtera eórum repléta est munéribus. Ego autem in innocéntia mea ingréssus sum: rédime me et miserére mei. Pes meus stetit in dirécto: in ecclésiis benedícam te, Dómine.
V. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in saecula saeculórum. Amen
Súscipe, sancta Trinitas, hanc oblatiónem, quam tibi offérimus ob memóriam passiónis, resurrectiónis, et ascensiónis Jesu Christi, Dómini nostri: et in honórem beátæ Maríæ semper Vírginis, et beáti Joannis Baptistæ, et sanctórum Apostolórum Petri et Pauli, et istórum et ómnium Sanctórum: ut illis profíciat ad honórem, nobis autem ad salútem: et illi pro nobis intercédere dignéntur in coelis, quorum memóriam ágimus in terris. Per eúndem Christum, Dóminum nostrum. Amen.
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S. Oráte, fratres: ut meum ac vestrum sacrifícium acceptábile fiat apud Deum Patrem omnipoténtem.
M. Suscípiat Dóminus sacrifícium de mánibus tuis ad laudem et glóriam nominis sui, ad utilitátem quoque nostram, totiúsque Ecclésiæ suæ sanctæ.
S. Amen.

Secreta
Sancti Bernardi Confessóris tui atque Doctoris nobis, Dómine, pia non desit orátio: quæ et múnera nostra concíliet; et tuam nobis indulgéntiam semper obtíneat.
Per Dominum nostrum Jesum Christum, Filium tuum: qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus, per omnia saecula saeculorum.
R. Amen.
Infra Octavam Assumptionis
Subvéniat, Dómine, plebi tuæ Dei Genetrícis orátio: quam etsi pro conditióne carnis migrásse cognóscimus, in coelésti glória apud te pro nobis intercédere sentiámus. Per eúndem Dóminum nostrum. Præfatio de Octava.
Per eundem Dominum nostrum Jesum Christum filium tuum, qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum.
R. Amen.
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Praefatio
V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spíritu tuo.
V. Sursum corda.
R. Habémus ad Dóminum.
V. Grátias agámus Dómino, Deo nostro.
R. Dignum et justum est.

Communis
Vere dignum et justum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias agere: Dómine sancte, Pater omnípotens, ætérne Deus: per Christum, Dóminum nostrum. Per quem majestátem tuam laudant Angeli, adórant Dominatiónes, tremunt Potestátes. Coeli coelorúmque Virtútes ac beáta Séraphim sócia exsultatióne concélebrant. Cum quibus et nostras voces ut admitti jubeas, deprecámur, súpplici confessione dicéntes:

Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus, Deus Sábaoth. Pleni sunt coeli et terra glória tua. Hosánna in excélsis. Benedíctus, qui venit in nómine Dómini. Hosánna in excélsis.
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Canon
Te igitur, clementíssime Pater, per Jesum Christum, Fílium tuum, Dóminum nostrum, súpplices rogámus, ac pétimus, uti accepta habeas et benedícas, hæc dona, hæc múnera, hæc sancta sacrifícia illibáta, in primis, quæ tibi offérimus pro Ecclésia tua sancta cathólica: quam pacificáre, custodíre, adunáre et régere dignéris toto orbe terrárum: una cum fámulo tuo Papa nostro Francisco et Antístite nostro et ómnibus orthodóxis, atque cathólicæ et apostólicae fídei cultóribus.
Meménto, Dómine, famulórum famularúmque tuarum N. et N. et ómnium circumstántium, quorum tibi fides cógnita est et nota devótio, pro quibus tibi offérimus: vel qui tibi ófferunt hoc sacrifícium laudis, pro se suísque ómnibus: pro redemptióne animárum suárum, pro spe salútis et incolumitátis suæ: tibíque reddunt vota sua ætérno Deo, vivo et vero.
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Communicántes, et memóriam venerántes, in primis gloriósæ semper Vírginis Maríæ, Genetrícis Dei et Dómini nostri Jesu Christi: sed
et beatórum Apostolórum ac Mártyrum tuórum, Petri et Pauli, Andréæ, Jacóbi, Joánnis, Thomæ, Jacóbi, Philíppi, Bartholomaei, Matthaei, Simónis et Thaddaei: Lini, Cleti, Cleméntis, Xysti, Cornélii, Cypriáni, Lauréntii, Chrysógoni, Joánnis et Pauli, Cosmæ et Damiáni: et ómnium Sanctórum tuórum; quorum méritis precibúsque concédas, ut in ómnibus protectiónis tuæ muniámur auxílio. Per eúndem Christum, Dóminum nostrum. Amen.
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Hanc igitur oblatiónem servitutis nostræ, sed et cunctae famíliæ tuæ,
quaesumus, Dómine, ut placátus accípias: diésque nostros in tua pace dispónas, atque ab ætérna damnatióne nos éripi, et in electórum tuórum júbeas grege numerári. Per Christum, Dóminum nostrum. Amen.
Quam oblatiónem tu, Deus, in ómnibus, quaesumus, bene díctam, adscríp tam, ra tam, rationábilem, acceptabilémque fácere dignéris: ut nobis Cor pus, et San guis fiat dilectíssimi Fílii tui, Dómini nostri Jesu Christi.
Qui prídie quam paterétur, accépit panem in sanctas ac venerábiles manus suas, elevátis óculis in coelum ad te Deum, Patrem suum omnipoténtem, tibi grátias agens, bene dixit, fregit, dedítque discípulis suis, dicens: Accípite, et manducáte ex hoc omnes.
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HOC EST ENIM CORPUS MEUM.

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Símili modo postquam coenátum est, accípiens et hunc præclárum Cálicem in sanctas ac venerábiles manus suas: item tibi grátias agens, bene dixit, dedítque discípulis suis, dicens: Accípite, et bíbite ex eo omnes.
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HIC EST ENIM CALIX SANGUINIS MEI, NOVI ET AETERNI TESTAMENTI: MYSTERIUM FIDEI: QUI PRO VOBIS ET PRO MULTIS EFFUNDETUR IN REMISSIONEM PECCATORUM.


Hæc quotiescúmque fecéritis, in mei memóriam faciétis.
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Unde et mémores, Dómine, nos servi tui, sed et plebs tua sancta, ejusdem Christi Fílii tui, Dómini nostri, tam beátæ passiónis, nec non et ab ínferis resurrectiónis, sed et in coelos gloriósæ ascensiónis: offérimus præcláræ majestáti tuæ de tuis donis ac datis, hóstiam puram, hóstiam sanctam, hóstiam immaculátam, Panem sanctum vitæ ætérnæ, et Calicem salútis perpétuæ.
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Supra quæ propítio ac seréno vultu respícere dignéris: et accépta habére, sicúti accépta habére dignátus es múnera púeri tui justi Abel, et sacrifícium Patriárchæ nostri Abrahæ: et quod tibi óbtulit summus sacérdos tuus Melchísedech, sanctum sacrifícium, immaculátam hóstiam.
Súpplices te rogámus, omnípotens Deus: jube hæc perférri per manus sancti Angeli tui in sublíme altáre tuum, in conspéctu divínæ majestátis tuæ: ut, quotquot ex hac altáris participatióne sacrosánctum Fílii tui Cor pus, et Sán guinem sumpsérimus, omni benedictióne coelésti et grátia repleámur. Per eúndem Christum, Dóminum nostrum. Amen.
Meménto étiam, Dómine, famulórum famularúmque tuárum N. et N., qui nos præcessérunt cum signo fídei, et dórmiunt in somno pacis. Ipsis, Dómine, et ómnibus in Christo quiescéntibus locum refrigérii, lucis pacis ut indúlgeas, deprecámur. Per eúndem Christum, Dóminum nostrum. Amen.
Nobis quoque peccatóribus fámulis tuis, de multitúdine miseratiónum tuárum sperántibus, partem áliquam et societátem donáre dignéris, cum tuis sanctis Apóstolis et Martýribus: cum Joánne, Stéphano, Matthía, Bárnaba, Ignátio, Alexándro, Marcellíno, Petro, Felicitáte, Perpétua, Agatha, Lúcia, Agnéte, Cæcília, Anastásia, et ómnibus Sanctis tuis: intra quorum nos consórtium, non æstimátor mériti, sed véniæ, quaesumus, largítor admítte. Per Christum, Dóminum nostrum.
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Per quem hæc ómnia, Dómine, semper bona creas, sancti ficas, viví ficas, bene dícis et præstas nobis.
Per ip sum, et cum ip so, et in ip so, est tibi Deo Patri omnipotenti, in unitáte Spíritus Sancti,
omnis honor, et glória.
Per omnia saecula saecolorum.
R. Amen.
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Preparatio Communionis

Orémus: Præcéptis salutáribus móniti, et divína institutione formati audemus dicere:

Pater noster, qui es in caelis, Sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in coelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie. Et dimitte nobis debita nostra, sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem:
R. Sed libera nos a malo.
S. Amen.
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Líbera nos, quaesumus, Dómine, ab ómnibus malis, prætéritis, præséntibus et futúris: et intercedénte beáta et gloriósa semper Vírgine Dei Genetríce María, cum beátis Apóstolis tuis Petro et Paulo, atque Andréa, et ómnibus Sanctis, da propítius pacem in diébus nostris: ut, ope misericórdiæ tuæ adjúti, et a peccáto simus semper líberi et ab omni perturbatióne secúri.
Per eúndem Dóminum nostrum Jesum Christum, Fílium tuum.
Qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti Deus.
V. Per omnia saecula saeculorum.
R. Amen.
Pax Domini sit semper vobiscum.
R. Et cum spiritu tuo.
Haec commíxtio, et consecrátio Córporis et Sánguinis Dómini nostri Jesu Christi, fiat accipiéntibus nobis in vitam ætérnam. Amen.
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Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi: miserére nobis.
Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi: miserére nobis.
Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi: dona nobis pacem.
Dómine Jesu Christe, qui dixísti Apóstolis tuis: Pacem relínquo vobis, pacem meam do vobis: ne respícias peccáta mea, sed fidem Ecclésiæ tuæ; eámque secúndum voluntátem tuam pacificáre et coadunáre dignéris: Qui vivis et regnas Deus per ómnia saecula sæculórum. Amen.
Dómine Jesu Christe, Fili Dei vivi, qui ex voluntáte Patris, cooperánte Spíritu Sancto, per mortem tuam mundum vivificásti: líbera me per hoc sacrosánctum Corpus et Sánguinem tuum ab ómnibus iniquitátibus meis, et univérsis malis: et fac me tuis semper inhærére mandátis, et a te numquam separári permíttas: Qui cum eódem Deo Patre et Spíritu Sancto vivis et regnas Deus in saecula sæculórum. Amen.
Percéptio Córporis tui, Dómine Jesu Christe, quod ego indígnus súmere præsúmo, non mihi provéniat in judícium et condemnatiónem: sed pro tua pietáte prosit mihi ad tutaméntum mentis et córporis, et ad medélam percipiéndam: Qui vivis et regnas cum Deo Patre in unitáte Spíritus Sancti Deus, per ómnia saecula sæculórum. Amen.
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Panem coeléstem accipiam, et nomen Dómini invocábo.
V. Dómine, non sum dignus, ut intres sub tectum meum: sed tantum dic verbo, et sanábitur ánima mea
V. Dómine, non sum dignus, ut intres sub tectum meum: sed tantum dic verbo, et sanábitur ánima mea.
V. Dómine, non sum dignus, ut intres sub tectum meum: sed tantum dic verbo, et sanábitur ánima mea.
Corpus Dómini nostri Jesu Christi custódiat ánimam meam in vitam ætérnam. Amen.
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Quid retríbuam Dómino pro ómnibus, quæ retríbuit mihi? Cálicem salutáris accípiam, et nomen Dómini invocábo. Laudans invocábo Dóminum, et ab inimícis meis salvus ero.
Sanguis Dómini nostri Jesu Christi custódiat ánimam meam in vitam ætérnam. Amen.
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Communio


Anima Christi, sanctifica me. Corpus Christi, salva me. Sanguis Christi, inebria me. Aqua lateris Christi, lava me. Passio Christi, conforta me. O bone Jesu, exaudi me. Intra tua vulnera absconde me. Ne permittas me separari a te. Ab hoste maligno defende me. In hora mortis meae voca me. Et iube me venire ad te, Ut cum Sanctis tuis laudem te. In saecula saeculorum. Amen.
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Quod ore súmpsimus, Dómine, pura mente capiámus: et de munere temporáli fiat nobis remédium sempitérnum.
Corpus tuum, Dómine, quod sumpsi, et Sanguis, quem potávi, adhaereat viscéribus meis: et præsta; ut in me non remáneat scélerum mácula, quem pura et sancta refecérunt sacraménta: Qui vivis et regnas in saecula sæculórum. Amen.
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Communio
Luc 12:42
Fidélis servus et prudens, quem constítuit dóminus super famíliam suam: ut det illis in témpore trítici mensúram.
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Postcommunio
S. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spíritu tuo.
Orémus.
Ut nobis, Dómine, tua sacrifícia dent salútem: beátus Bernárdus Conféssor tuus et Doctor egrégius, quaesumus, precátor accédat.
Per Dominum nostrum Jesum Christum, Filium tuum: qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus, per omnia saecula saeculorum.
R. Amen.

Orémus.
Infra Octavam Assumptionis
Mensæ coelestis partícipes effécti, implorámus cleméntiam tuam, Dómine, Deus noster: ut, qui Assumptiónem Dei Genetrícis cólimus, a cunctis malis imminéntibus, ejus intercessióne, liberémur.
Per eundem Dominum nostrum Jesum Christum filium tuum, qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum.
R. Amen.
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Conclusio
S. Dóminus vobíscum.
M. Et cum spíritu tuo,
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V. Ite, Missa est.
R. Deo gratias.
Pláceat tibi, sancta Trínitas, obséquium servitútis meæ: et præsta; ut sacrifícium, quod óculis tuæ majestátis indígnus óbtuli, tibi sit acceptábile, mihíque et ómnibus, pro quibus illud óbtuli, sit, te miseránte, propitiábile. Per Christum, Dóminum nostrum. Amen.
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Benedícat vos omnípotens Deus,
Pater, et Fílius, et Spíritus Sanctus.
R. Amen.
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V. Dominus vobiscum.
R. Et cum spiritu tuo.
Initium sancti Evangélii secúndum Joánnem.
R. Gloria tibi, Domine!
Joann. 1, 1-14.
Junctis manibus prosequitur:
In princípio erat Verbum, et Verbum erat apud Deum, et Deus erat Verbum. Hoc erat in princípio apud Deum. Omnia per ipsum facta sunt: et sine ipso factum est nihil, quod factum est: in ipso vita erat, et vita erat lux hóminum: et lux in ténebris lucet, et ténebræ eam non comprehendérunt.
Fuit homo missus a Deo, cui nomen erat Joánnes. Hic venit in testimónium, ut testimónium perhibéret de lúmine, ut omnes créderent per illum. Non erat ille lux, sed ut testimónium perhibéret de lúmine.
Erat lux vera, quæ illúminat omnem hóminem veniéntem in hunc mundum. In mundo erat, et mundus per ipsum factus est, et mundus eum non cognóvit. In própria venit, et sui eum non recepérunt. Quotquot autem recepérunt eum, dedit eis potestátem fílios Dei fíeri, his, qui credunt in nómine ejus: qui non ex sanguínibus, neque ex voluntáte carnis, neque ex voluntáte viri, sed ex Deo nati sunt. Genuflectit dicens: Et Verbum caro factum est, Et surgens prosequitur: et habitávit in nobis: et vídimus glóriam ejus, glóriam quasi Unigéniti a Patre, plenum grátiæ et veritatis.
R. Deo gratias.
Post Missam